El día que Sony conquistó al mundo ... de los videojuegos
Hace unos cuantos dias ocurrió el evento que es quizás el más importante en la industria de los videojuegos: el E3.
Este evento en la historia se caracterizó por tener grandes anuncios por parte de las compañías que fabrican consolas así como de los estudios que hacen videojuegos, sin embargo en años recientes este suceso vino a menos.
Es imposible olvidar aquellos momentos en los que las compañías hacían grandes anuncios que algunas veces significaban un suicidio, por ejemplo, en el E3 de 1995 Sega sorprendió al mundo por lanzar en ese mismo evento su consola de siguiente generación: Sega Saturno. Esta consola estaba planeada para salir a finales de ese año en el continente Americano pero Sega quiso ganarle a la dura competencia con Nintendo y lanzar con 6 meses de anticipación la consola sorprendiendo a todos los videojugadores y estudios desarrolladores de juegos. Esto se convirtió en un factor negativo para ellos ya que ocasionó enojo en los fans y los desarrolladores ya que tuvieron menos tiempo para terminar los juegos planeados que además estaban en una arquitectura nueva y diferente.
Este pequeño relato es solo un ejemplo del nivel de anuncios a los que estamos acostumbrados en el E3, que conforme ha pasado el tiempo algunas compañías han encontrado una zona de confort de la cual no se han querido mover. El E3 del año pasado fue un caso peculiar porque a pesar de que Nintendo anunciaría su consola de siguiente generación, por alguna razón que no entiendo no pudieron explicar completamente la consola, ni vendernos la idea, dejando muchas dudas en todos. Adicionalmente Nintendo anunció que este año no tendría una conferencia en el E3, aunque si haría un Nintendo Direct en esa semana. La llama de los anuncios "bomba" parecía apagarse y el concepto del evento se notaba obsoleto.
A pesar de esta situación este evento tenía el gran interés de los videojugadores ya que las otras dos compañías anunciarían su nueva consola, y no hay que negarlo, esto es un momento muy emocionante para todos los que disfrutamos de los videojuegos.
Microsoft anunció su consola: el XBox One. Sin embargo y a pesar de que esta consola posee un gran potencial, no fueron capaces de contrarrestar todas las dudas y rumores que habían en cuanto a los juegos usados así como de la necesidad de continuamente conectar la consola a Internet, las cuales dejaron de ser dudas o rumores y se convirtieron en una realidad. La única conclusión aquí es que Microsoft manejó esta situación al mero estilo Microsoft.
A pesar de algunas exclusivas muy interesantes, en general los aficionados no estaban muy contentos con estas políticas estilo Microsoft por parte de la compañía para el XBox One. Sony tenía la gran oportunidad de llevarse el evento si manejaba correctamente la situación.
La noche de ese día Sony hizo el anuncio "bomba" que por muchos años esperamos: el PS4. Pero la bomba más que la consola en sí, que por cierto tiene un gran potencial también, fue que su consola no tendría restricciones con los juegos usados, ni requeriría de conexión continua a Internet además que sería 100 dólares más barata. Pareciera que Sony aprendió la lección de Microsoft, se robó la noche (el día y el evento) y sedujo a los videojugadores.
Esa noche Sony probó esto: "No importa el contenido del mensaje sino como lo transmites". La consola en realidad no tiene restricción alguna con los juegos usados, pero solo los que publicará Sony ya que los demás juegos del resto de los estudios no será necesariamente así. En ese caso los estudios o publicadores de juegos son los que decidirán si un juego usado podrá ser jugado sin restricción o no. Es interesante que Microsoft esa misma semana corrigió un poco el mensaje de su presentación y dijeron que la decisión de dicha restricción también le concierne a los publicadores terceros.
Ahora que ya ha pasado el gran hype de la semana del E3 es buen momento para reflexionar todo lo que ocurrió. Me parece que Sony astutamente nos ha dado atole con el dedo, dado que ellos no se atreven a obligar a los publicadores de juegos a apegarse a la política de no restricción de los juegos usados, y la razón es simple: Si limitan a los estudios a sujetarse a políticas pre-establecidas que no comparten, pues el estudio fácilmente puede decidir no publicar juegos en esa consola. La historia ha probado esto, Sega casi se fue a la quiebra por voltearle la cara a algunos desarrolladores (entre otras razones más).
Los publicadores no comparten la idea de los juegos usados por una razón muy sencilla: ellos viven de la venta de los juegos. Cuando un juego es revendido, ellos pierden la posibilidad de vender una copia más (al menos) del juego y eso es comprensible cuando lo vemos de esa forma, ya que ellos viven de eso.
Cabe mencionar que esta no es una política nueva, Valve lo hace con Steam, los juegos que venden en tiendas digitales como PlayStation Network, XboxLive Arcade o eShop tienen la misma restricción (sin mencionar servicios como iTunes o Netflix). Para estas compañías es natural este paso, abandonar los formatos físicos y adoptar las entregas digitales. Esto tiene la principal ventaja de quizás un precio menor dado que ya no es necesario un proceso de manufactura del juego. Este mecanismo de venta le permite a los estudios percibir mejores ingresos en potencia, reduciendo gastos de producción.
La conclusión a todo esto es que quizás el mundo de la tecnología está ocasionando que la industria de los videojuegos evolucione a la par, que las entregas físicas sean algo del pasado como los LP, lo cual es una realidad inminente. Quizás los que coleccionamos juegos ya somos obsoletos a partir de esta generación, ahora solo se podrán coleccionar bits en unidades de almacenamiento.
Para terminar solo mencionaré una última cosa: solo toqué superficialmente el tema de la conexión necesaria de una vez al día del XBox One, me parece que Microsoft debe tomar una estrategia menos agresiva para los usuarios que tanto le han apoyado en sus consolas anteriores.
Este evento en la historia se caracterizó por tener grandes anuncios por parte de las compañías que fabrican consolas así como de los estudios que hacen videojuegos, sin embargo en años recientes este suceso vino a menos.
Es imposible olvidar aquellos momentos en los que las compañías hacían grandes anuncios que algunas veces significaban un suicidio, por ejemplo, en el E3 de 1995 Sega sorprendió al mundo por lanzar en ese mismo evento su consola de siguiente generación: Sega Saturno. Esta consola estaba planeada para salir a finales de ese año en el continente Americano pero Sega quiso ganarle a la dura competencia con Nintendo y lanzar con 6 meses de anticipación la consola sorprendiendo a todos los videojugadores y estudios desarrolladores de juegos. Esto se convirtió en un factor negativo para ellos ya que ocasionó enojo en los fans y los desarrolladores ya que tuvieron menos tiempo para terminar los juegos planeados que además estaban en una arquitectura nueva y diferente.
Este pequeño relato es solo un ejemplo del nivel de anuncios a los que estamos acostumbrados en el E3, que conforme ha pasado el tiempo algunas compañías han encontrado una zona de confort de la cual no se han querido mover. El E3 del año pasado fue un caso peculiar porque a pesar de que Nintendo anunciaría su consola de siguiente generación, por alguna razón que no entiendo no pudieron explicar completamente la consola, ni vendernos la idea, dejando muchas dudas en todos. Adicionalmente Nintendo anunció que este año no tendría una conferencia en el E3, aunque si haría un Nintendo Direct en esa semana. La llama de los anuncios "bomba" parecía apagarse y el concepto del evento se notaba obsoleto.
A pesar de esta situación este evento tenía el gran interés de los videojugadores ya que las otras dos compañías anunciarían su nueva consola, y no hay que negarlo, esto es un momento muy emocionante para todos los que disfrutamos de los videojuegos.
Microsoft anunció su consola: el XBox One. Sin embargo y a pesar de que esta consola posee un gran potencial, no fueron capaces de contrarrestar todas las dudas y rumores que habían en cuanto a los juegos usados así como de la necesidad de continuamente conectar la consola a Internet, las cuales dejaron de ser dudas o rumores y se convirtieron en una realidad. La única conclusión aquí es que Microsoft manejó esta situación al mero estilo Microsoft.
A pesar de algunas exclusivas muy interesantes, en general los aficionados no estaban muy contentos con estas políticas estilo Microsoft por parte de la compañía para el XBox One. Sony tenía la gran oportunidad de llevarse el evento si manejaba correctamente la situación.
La noche de ese día Sony hizo el anuncio "bomba" que por muchos años esperamos: el PS4. Pero la bomba más que la consola en sí, que por cierto tiene un gran potencial también, fue que su consola no tendría restricciones con los juegos usados, ni requeriría de conexión continua a Internet además que sería 100 dólares más barata. Pareciera que Sony aprendió la lección de Microsoft, se robó la noche (el día y el evento) y sedujo a los videojugadores.
Esa noche Sony probó esto: "No importa el contenido del mensaje sino como lo transmites". La consola en realidad no tiene restricción alguna con los juegos usados, pero solo los que publicará Sony ya que los demás juegos del resto de los estudios no será necesariamente así. En ese caso los estudios o publicadores de juegos son los que decidirán si un juego usado podrá ser jugado sin restricción o no. Es interesante que Microsoft esa misma semana corrigió un poco el mensaje de su presentación y dijeron que la decisión de dicha restricción también le concierne a los publicadores terceros.
Ahora que ya ha pasado el gran hype de la semana del E3 es buen momento para reflexionar todo lo que ocurrió. Me parece que Sony astutamente nos ha dado atole con el dedo, dado que ellos no se atreven a obligar a los publicadores de juegos a apegarse a la política de no restricción de los juegos usados, y la razón es simple: Si limitan a los estudios a sujetarse a políticas pre-establecidas que no comparten, pues el estudio fácilmente puede decidir no publicar juegos en esa consola. La historia ha probado esto, Sega casi se fue a la quiebra por voltearle la cara a algunos desarrolladores (entre otras razones más).
Los publicadores no comparten la idea de los juegos usados por una razón muy sencilla: ellos viven de la venta de los juegos. Cuando un juego es revendido, ellos pierden la posibilidad de vender una copia más (al menos) del juego y eso es comprensible cuando lo vemos de esa forma, ya que ellos viven de eso.
Cabe mencionar que esta no es una política nueva, Valve lo hace con Steam, los juegos que venden en tiendas digitales como PlayStation Network, XboxLive Arcade o eShop tienen la misma restricción (sin mencionar servicios como iTunes o Netflix). Para estas compañías es natural este paso, abandonar los formatos físicos y adoptar las entregas digitales. Esto tiene la principal ventaja de quizás un precio menor dado que ya no es necesario un proceso de manufactura del juego. Este mecanismo de venta le permite a los estudios percibir mejores ingresos en potencia, reduciendo gastos de producción.
La conclusión a todo esto es que quizás el mundo de la tecnología está ocasionando que la industria de los videojuegos evolucione a la par, que las entregas físicas sean algo del pasado como los LP, lo cual es una realidad inminente. Quizás los que coleccionamos juegos ya somos obsoletos a partir de esta generación, ahora solo se podrán coleccionar bits en unidades de almacenamiento.
Para terminar solo mencionaré una última cosa: solo toqué superficialmente el tema de la conexión necesaria de una vez al día del XBox One, me parece que Microsoft debe tomar una estrategia menos agresiva para los usuarios que tanto le han apoyado en sus consolas anteriores.
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